Un día a las 6hs me cruzan un auto delante del mío y me apuntan cuatro mocosos de no más de 16 años con un chumbo cada uno.
Bueno, lo que siguió no quiero ni acordarme.
La cuestión es que cuando finalmente me tiran en Caseros para seguir con mi auto les pido que por favor me dejen a Susy y los "sensibles" no quisieron.
La última vez que la vi quedó ahí sentadita en el piso del acompañante con su manta dónde iba siempre.
Y se alejó dentro del auto con estos malparidos.
La busqué mucho y sigo teniendo la esperanza de encontrarla.
Pero estoy un poco cansado ya de ir a lugares dónde me dicen que está y encontrarme con otros perritos, pero no con Susy.
Días después el auto apareció con todo, menos con Susy. Lo único que no se puede "tramitar" para obtener de nuevo.
Eso sumado a todos los trastornos por los que tuve que pasar dando de alta nuevamente toda la documentación que había cancelado, denuncias del auto y un millón de cosas más, me dejaron aniquilado.
Los días pasan y yo sigo necesitando la compañía que Susy me daba y sigo solo.
Dios sabe por qué suceden a veces las cosas sin que nosotros podamos entenderlas.
Pero si sigo esperando indefinidamente que Susy vuelva a mí me voy a enfermar de tristeza. Y no quiero.